viernes, 1 de octubre de 2010

Desigual seguimiento de la jornada de huelga

* Sindicatos mayoritarios y Gobierno buscan el empate técnico para retomar el diálogo social.
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Urge una reflexión en profundidad del Gobierno y los agentes sociales para ganar la confianza de los ciudadanos y poner en el centro de los trabajos a desarrollar el empleo como eje sobre el cual debe girar cualquier reforma.

La Unión Sindical Obrera (USO), tras analizar los resultados de la huelga general convocada por el sindicato –con diferente motivación a la convocada por los sindicatos mayoritarios-, ha comprobado que ha sido secundada mayoritariamente por los delegados y afiliados de la USO, especialmente en la gran industria (80%), en la que se confirma un alto seguimiento del paro, fruto del debate interno producido en las empresas y al convencimiento de los trabajadores de secundarlo.

En la convocatoria de USO se explicitaba el rechazo a las políticas económicas y sociales emprendidas por el Gobierno y la necesidad de un cambio en profundidad de actual modelo de diálogo social, en el que el empleo debe ser el eje sobre el que gire cualquier reforma, no troceando el mismo en múltiples e inútiles mesas.

En el conjunto del Estado, el seguimiento baja notablemente en el sector servicios (30%), administraciones públicas y enseñanza no universitaria (25%).

En definitiva, unos datos muy desiguales que no son fáciles de cifrar con exactitud en el día de hoy y que parecen buscar el empate técnico para retomar el diálogo social.

La USO ha constatado en la preparación y desarrollo de esta jornada de huelga el profundo malestar que existe en la sociedad española con la actual situación económica y la actuación del Gobierno, pero conjuntamente con ello, también la falta de claridad del mensaje de los sindicatos mayoritarios convocantes; el uso de unos videos que denigran a los trabajadores y trabajadoras, ha generado desconfianza, porque muchos se temen que tras la huelga tengamos más de lo mismo.

Por ello, desde la USO se urge a una reflexión en profundidad del Gobierno y los agentes sociales para ganar la confianza de los ciudadanos y poner en el centro de los trabajos a desarrollar el empleo como eje sobre el cual debe girar cualquier reforma.